Hace un tiempo vi un vídeo que me hizo no sólo pensar, sino también sentir. Al cabo de un tiempo un grupo de mujeres hacían una versión con la misma finalidad, pedir perdón y venerar la parte masculina y femenina. Ahora siento que es el momento de hacer mis reflexiones más profundas, aprender y seguir avanzando trabajando esa parte masculina y femenina que habita en mí. Dear Woman: Dear man: He aprendido que no es cuestión de ser hombre o mujer, sino de actitud y de consciencia . Me he subido al carro inconscientemente en comentarios y criticas generalizando “Todos los hombres son, todos los hombres hacen…”. En parte, quizás como defensa a “Todas las mujeres son y las mujeres hacen..” Pero hoy he aprendido que todos llevamos una parte femenina y masculina en nosotros, realmente somos uno . De ahí la danza de la unidad. Como indica Enriqueta Olivari en su libro “El Amor de tu vida”: “Tanto hombres como mujeres llevamos en nuestro interior al polo opuesto . Para poder amarte y conocerte en profundidad, es necesario que desarrolles tu polo opuesto y busques maneras de mantener en equilibrio esa polaridad. Pues es en la armonía interna que el Amor puede profundizarse, expandirse y florecer. Sólo a través de este equilibrio descubrirás la Unidad”. Como también indica Enriqueta Olivari, en el apartado “La danza de los opuestos”: - La parte femenina (yin), posee las cualidades de ser pasivo e introspectivo . Indica profundidad, tranquilidad, oscuridad . Se relaciona con la tierra, la luna , la noche , el agua , los movimientos suaves . Nuestro lado femenino es el que siente, intuye y percibe, es receptivo y está regido por el lado derecho o “irracional” del cerebro. Es el que se dedica a ser . - Mientras que la parte masculina (yang), está relacionada con el movimiento , la expansión , la luz , el sol , el día , la voz fuerte , el estrés , etc . Nuestro lado masculino es el que sale al mundo, realiza actividades, trabaja y estudia , y está regido por el hemisferio izquierdo y racional del cerebro. Es el encargado de actuar y hacer . Y es en la danza oriental donde también está presente ese equilibrio del yin y el yang , como indico en el artículo: La Danza de la Luna y el Sol. Equilibrando los movimientos solares y lunares y haciendo que el baile sea armonioso. Es en este momento donde me toca defender la amada danza oriental y a sus bailarinas. Vuelve a surgir aquí las palabras “actitud” y “consciencia”. Como en muchas parcelas de la vida, hay bailarinas que enseñan y muestran su danza dependiendo de ellas y de su aprendizaje, por eso no hay que generalizar, ni utilizar palabras ofensivas cuando se habla o se describe a la bailarina de danza oriental o del vientre con palabras duras e injustas. Ya que al igual que en la condición de ser hombre o mujer, no todas las bailarinas somos iguales. Como también nos explica Enriqueta Olivari, en su libro: “El amor de tu vida compartida”. El machismo es una enfermedad del alma , y el primer paso para sanarnos es reconocerlo en nosotros mismos, para luego poder liberarlo . También nos indica que el feminismo tampoco es sano . Por eso, debemos liberarnos de cualquier creencia o actitud que apoye la ilusión de que estamos separados unos de los otros . Esta separación se vence a través del perdón , perdonando lo sucedido en el pasado. Todos hemos tenido experiencias dolorosas, pero en mi aprendizaje personal he aprendido que a mí me ayuda a perdonarme y perdonar el pensar que cualquier acto o palabra ha sido expresado desde la inconsciencia, sin querer, debido a limitaciones. Y que esa persona, o nosotros mismos, lo hicimos lo mejor que supimos hacerlo , por eso es importante aprender y perdonar para no volver a repetir esos actos que causaron dolor, ya que éste nos llena de ira y rabia. Dear man y Dear woman, todos tenemos que relacionarnos de igual a igual , sin luchas ni competitividad , ya que la voluntad del Universo es que vivamos danzando en Unidad . ... >Leer más.
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